No te pierdas esta inspiradora historia de redención, superación y esperanza
Las drogas, un tema que trasciende fronteras y afecta a personas de todas las edades y perfiles. Las adicciones, pueden tener un impacto devastador en la vida de una persona.
El consumo de drogas puede deteriorar relaciones familiares y amistades, pueden romper la confianza y causar dolor a quienes nos rodean. La dependencia a las drogas es una forma de esclavitud, la búsqueda constante de la sustancia puede llevar a la pérdida de empleo, relaciones y estabilidad.
En el mundo del boxeo, Juan Antonio Nazario alcanzó la cima al conquistar el campeonato mundial de peso ligero. Sin embargo, tras la gloria deportiva, su vida se precipitó en el mundo de las drogas. En este artículo, Juan Antonio Nazario comparte su experiencia de lucha y dolor al intentar salir de las garras de las drogas. Finalmente, nos relata cómo la fe en Dios se convirtió en el pilar fundamental para su transformación y restauración. Esta es su historia:
“Soy Juan Antonio Nazario, puertorriqueño, gane el campeonato mundial de boxeo, en el peso ligero, en el Madison Square Garden de New York en el año 1990, en los siguientes años, paralelo a mi vida en el deporte comencé a usar diferentes tipos de drogas, las que me llevaron a un punto de perder mi familia, matrimonio, destruir mi carrera como profesional en el deporte, intente salir adelante en tres centros de ayuda para personas con adicciones, pero fue imposible conseguirlo.
Fueron años de destruir mi vida. Estaba solo, en Los Ángeles o en Texas, intentaba trabajar, pero siempre volvía a lo mismo, cada vez más abajo, al punto de llegar a dormir debajo de los puentes, intento de suicidio etc., sin esperanza ni futuro. Hasta que un día cansado de todo, un joven que se había rehabilitado en la Organización Remar en la ciudad de Austin, Texas, me habló de ellos, que podía por lo menos, recuperarme un poco; fue así como caminando llegue a la Calle César Chávez donde me recibieron y llevaron a un rancho, donde me duché después de muchos días, me dieron ropa, comida y descanso tan necesario tras mucho tiempo en las calles.
Allí comencé una nueva vida, y con la paciencia, viendo el ejemplo que me dieron los obreros, sentí el deseo de volver a vivir, cobré ánimo, comencé a leer la biblia, a hablar con Dios como ellos hacían. Escuché al joven que me hablaba de Dios y como solo Él, le había ayudado, por lo que consideré buscarle de todo Corazón, así, poco a poco, con esfuerzo, trabajo diario y tantas experiencias como allí pude vivir, logré salir de ese mundo tan terrible, con la ayuda de Dios.
Ya casi han pasado muchos años, actualmente vivo en la ciudad de Miami, comprendí que no debía seguir desperdiciando mi vida, ayudar a otros como yo fui ayudado, me pareció el mejor trabajo, por eso sigo aquí, quiero dar de gracia lo que un día recibí de gracia. Vivo dentro de la organización, y soy actualmente el director de Remar Miami, donde conocí a mi actual esposa y juntos trabajamos ayudando a personas con adicciones, en especial jóvenes. Puedo servir a la comunidad con la empresa de mudanzas, un trabajo digno, que genera fondos para el sostenimiento de nuestras casas de ayuda.
Dios es grande, yo experimento su ayuda cada día, Remar es el lugar que me recibió y hasta hoy sigue ayudando a cientos de personas en Estados Unidos. De hecho las autoridades luego de observar nuestro trabajo hacia la gente necesitada en Florida durante 18 años, nos han entregado un reconocimiento, llamado Proclama, donde se declara el día 14 de Febrero, día dedicado a REMAR MIAMI.
Nuestro compromiso y dedicación fueron reconocidos por las autoridades en Washington D.C. el 15 de junio de 2023, cuando se nos otorgó un reconocimiento por nuestra labor como líderes comunitarios en Remar USA, Inc., en Miami y en todo el estado de Florida. Junto al Pastor Ángel Jiménez, Director Ejecutivo de REMAR en USA, mi esposa Mayra y yo fuimos honrados con este reconocimiento, un testimonio del impacto duradero que Remar ha tenido en la comunidad durante casi 30 años.
Las vivencias de Juan Antonio Nazario nos recuerdan la cruda realidad que enfrentan tantas personas atrapadas en las drogas. Pero también nos enseñan que, sin importar cuán profundo sea el abismo, siempre hay una salida, una mano extendida dispuesta a ayudar.
Remar: 40 años luchando contra las adicciones en 70 países
La ONG REMAR desde hace más de 40 años, ha dedicado su labor a combatir las adicciones y brindar apoyo a personas en situación de vulnerabilidad. Su trabajo, basado en la fe cristiana y la acción social, se extiende por 70 países alrededor del mundo, transformando vidas y ofreciendo esperanza a miles de personas.
Más que una organización, una familia
Remar no solo ofrece un espacio de acogida y recuperación para personas con adicciones, sino que también se convierte en una familia para aquellos que han perdido la suya. A través de sus centros de acogida, programas de rehabilitación y reinserción social, Remar busca restaurar la dignidad de las personas y brindarles las herramientas necesarias para construir una vida nueva y libre de las drogas.
¿Te ha inspirado la historia de Juan Antonio Nazario?
Tú también puedes ser parte de la lucha contra las adicciones. Remar necesita tu apoyo para seguir transformando vidas. Puedes colaborar de diferentes maneras:
- Hazte socio: Tú donación regular permitirá que Remar siga brindando asistencia a miles de personas en todo el mundo.
- Voluntariado: Ofrece tu tiempo y tus habilidades para colaborar en los diferentes programas de Remar.
- Difunde el mensaje: Comparte información sobre la labor de Remar en tus redes sociales y con tus amigos y familiares.
- Si estás luchando contra la adicción, busca ayuda, recuerda: Nunca es tarde para empezar de nuevo. La historia de Juan Antonio Nazario es un ejemplo de que la redención y la transformación son posibles.
Juntos podemos construir un futuro libre de adicciones.